El agua en la elaboración
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Si trabajas con barro, seguro que ya sabes que el agua es esencial. Pero, ¿cuánta agua es suficiente? Muchos creen que usar mucha agua dará mejores resultados, cuando en realidad es lo contrario.
Menos es más
Añadir demasiada agua puede arruinar el barro. En lugar de ayudarte a alisar las piezas, solo conseguirás eliminar la chamota, esa parte que le da consistencia al barro, y te quedará una superficie rugosa, como una lija. Además, el barro puede quedar demasiado blando y difícil de manejar.
El truco está en el control
El secreto es usar solo la cantidad justa de agua para que el barro sea maleable pero firme. Un poco de agua para que tus manos no se peguen es todo lo que necesitas, especialmente al tornear.
A veces, menos es más.